La hazaña de Borja Vivas

Desde hace años en el atletismo español hay miedo a que se hable de medallas. Es algo patológico. algo así como un tema tabú cuando en realidad es (o debería ser) lo más natural del mundo. En atletismo las medallas son como los premios en el cine o las matrículas de honor en la universidad, simplemente la justa valoración de los mejores, el reconocimiento de un trabajo excelente. No atreverse a hablar de medallas en atletismo es como si un futbolista no pudiera hablar de títulos de Liga o un tenista de ganar torneos de la ATP.
La impresionante hazaña del lanzador malagueño esta tarde se ha basado en su calma, en su concentración y en su capacidad para asumir su condición de candidato al podio de Zurich. Desde los Nacionales de Alcobendas lo situamos ya como aspirante a medalla en los Europeos. Fue él mismo, con su gigantesco tiro de 21m07 el que se catapultó a la condición de probable medallista. Hoy se ha comportado como un atleta de primer nivel mundial. Desde las diez de la mañana hasta las nueve de la noche. Lo ha hecho todo a la perfección.
La medalla de Vivas genera mucha calma. El resto de la selección saltará a la pista con más convicción, competirá con la naturalidad y la seguridad que debe aportar el entrenamiento acumulado y el trabajo bien hecho a lo largo de la temporada. Borja Vivas ha logrado hoy una hazaña que debe impactar de forma positiva al resto de la selección española. Es el efecto dominó.