Cuatro nombres para relanzar el atletismo
El cronómetro sigue avanzando y el atletismo español ya mira al futuro. A un futuro mejor. A una etapa nueva en la que habrá que construir y reconstruir mucho. Quedará atrás una etapa oscura, con lagunas inadmisibles en la lucha antidopaje, con la muerte del estadio Vallehermoso, con la desaparición de los encuentros de la selección española, con un estilo autoritario y malhumorado… El nuevo presidente de la Real Federación Española de Atletismo se va a encontrar con mucho trabajo por delante. Una enorme tarea de reconstrucción que va a requerir unas grandes dotes de creatividad. ¿Candidatos? Suenan cuatro. Y los cuatro son buenos.
Carlota Castrejana es la opción favorita. La campeona europea de triple salto conjuga todo lo que necesita el nuevo líder del atletismo español. Experiencia en las pistas, kilometraje en los despachos de la alta política y la actitud ideal. Es una dirigente de carácter abierto y dialogante. Me parece la mejor opción de futuro.
Raúl Chapado es otra buena candidatura. Mucha experiencia en las batallas olímpicas, buen comunicador y décadas de experiencia en las pistas y en el foso de saltos. Solvencia y una buena imagen externa para salir a buscar apoyo en la empresa privada.
Isidoro Hornillos es una candidatura que crece desde abajo. El inolvidable velocista de la camiseta a rayas se ha forjado un gran nombre como dirigente en el mundo de las territoriales. Pienso que el gallego sería otro buen presidente.
Manel González es el nombre que más suena últimamente. Lo recuerdo como un cuatrocentista elegante, con una zancada fluida, impecable. Está creando en Sant Cugat un proyecto con un mérito enorme. Un club que crece y crece, con entrenadores contratados y una avalancha de jóvenes atletas. Otro excelente proyecto de presidente.